Quito - 2003

 

 

La instalación presenta de manera fragmentaria síntomas de la destrucción del tejido social ecuatoriano bajo la presión de la globalización. Por medio de seis fuentes de vídeo, cuyas imágenes son reflejadas por espejos deformantes semitransparentes, se construye un híperespacio laberíntico lleno de imágenes bombardeadas aleatoriamente. Se propone una experiencia inmersiva y agobiante para los visitantes-espectadores, quienes observan sus propios reflejos fusionados con las imágenes de las fuentes de vídeo, convirtiéndose de esa manera en co-partícipes del conjunto visual. Cada video propone un imperativo global a manera de un juego de deformaciones, entendidas estas como metáforas de la homogenización cultural, la migración económica, el desarraigo, y la gobernanza basada en la represión en el marco del neoliberalismo. La instalación se inspira formalmente en los cuartos de fantasmas de las ferias populares.

La abigarrada impresión que produce la instalación  se va despejando paulatinamente durante el tiempo de exposición por medio de una performance, en tal sentido, tiene una condición "mutante". La acción performativa destruye los espejos y, consecuentemente, simplifica paulatinamente el híperespacio. Como remanentes de la performance van quedando los añicos de los espejos rotos.

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La versión en el Museo de la Ciudad de Quito contaba con 10 espejos. Consecuentemente, la performance se ejecutó durante 10 ocasiones hasta despejar totalmente el espacio.

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Videos:

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Ejemplos de vídeos:

Sea globalmente móvil -

Aventúrese hasta los límites del mundo y la existencia

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Sea globalmente disciplinado -

Acepte el rol que le han asignado

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Video en selección para la Programación:

"Closing Time" - Biennale de Paris 2006

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